viernes, 6 de febrero de 2015

El jardín de las ninfeas.






El jardín de las ninfeas.


Siempre he sido un admirador de la pintura impresionista francesa. Durante el tiempo que viví en París leí, visité y medité sobre la experiencia impresionista y la vida de sus seguidores. Dialogué con mis amigos franceses sobre el tema y recorrí todos los lugares que pude para captar en lo posible el espíritu de esos gigantes de la pintura. Dediqué los fines de semana a este trabajo y lo recuerdo siempre con nostalgia. Claude Monet es uno de mis favoritos. Leí su vida y tomé la decisión de visitar su famoso Jardín de ninfeas, al que dedicaron diversos poetas españoles alguno de sus trabajos, como Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. El otro día decidí escribir sobre esa visita que realicé durante un sábado, quedándome incluso sin comer, dado mi interés por vivir una experiencia tan maravillosa. Una vez publicada la poesía " El jardín de Giverny " en mi blog y, a través de los comentarios recibidos, he pensado que quizás debiera explicar el método de elaboración del poema, por entender que quizás su comprensión deba ser ampliada con el conocimiento. En primer lugar debo decir que no quise repasar la obra de los poetas españoles para evitar ninguna influencia sobre la poesía que pretendía escribir. A continuación revisé la vida de Claude Monet en grandes rasgos, decidiendo desarrollar la poesía en los siguientes bloques:


1) Recordar la impresión que me causó visitar el estudio y recorrer el jardín. Me declaro asombrado ante su belleza al atardecer, después de haberlo paseado despacio .


2) El segundo bloque lo escribo pensando en la tristeza de Claude al pensar que la muerte de su primera mujer Camille, que tanto le ayudó en los peores tiempos, ha impedido que compartiesen juntos el sueño de su vida.


3) El tercer bloque lo escribo pensando en su segunda mujer, Alice, y quiero representar la idea de que ahora Claude Monet es feliz con ella y sus malos momentos están enterrados.


4) En el cuarto bloque intento figurarme al pintor dedicado totalmente a su obra en unos momentos en que su vida es más tranquila con Alice y se entrega a su trabajo en su nueva vida con sus hijos, aunque empieza a deteriorarse su vista, llegando incluso a perder uno de sus ojos.

5)

Alice muere y de nuevo se encuentra Claude Monet solo en su maravilloso jardín, atendido esta vez por Blanche, la hija de Alice, que le acompañará durante muchos años, y se dedicará fundamentalmente a cuidar su jardín y revisar sus muchos cuadros dentro de su enorme estudio, tal vez no demasiado luminoso.


Mi poesía, por tanto, se ha centrado en la vida de Claude Monet y no en la descripción poética de su jardín ni de sus obras. Pienso seguir escribiendo sobre mi amigo Claude vistiendo un poco su trayectoria con ideas poéticas nuevas.


La poesía a que hago referencia es la siguiente:

El jardín de Giverny.

Desde la penumbra de mi estudio de verano
medito contemplando el jardín de mis ninfeas,
derramados los colores sobre el agua plácida
de sus regatos, magia de la naturaleza,
en la soledad de la flébil atardecida.

Dime, Camila, ¿ por qué me dejaste tan temprano
sin llegar a conocer mi jardín de ninfeas,
donde los colores se recuestan sobre el agua,
deslizándose, apoyándose sobre sus hojas,
navegando en un mar de ensueños y de caricias,
bajo un denso silencio de viejas soledades?

Dime, Alicia; ¿ no crees que bajo las hojas
existen espacios abismales incoloros,
donde se esconden trasgos y duendes submarinos,
y permanecen los recuerdos tristes y lejanos?
Desde el estudio de techos altos y sombríos
recreo el espacio del trabajo silencioso,
el análisis de la telas y los colores,
y veo como en sueños al jardín anhelado,
a través de la rojez de mis ojos cansados.

¿Verdad, Blanca, que mis lienzos son hoy más hermosos,
que la luz ha renacido sobre mis jardines,
que los días son más largos y las noches cortas
para poder admirar los colores pintados,
los verdes y amarillos en los pétalos blancos,
los azules cárdenos en mis flores amadas,
y escuchar el paso del agua por los regatos
hasta su remanso lento y final en el estanque?


2 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Fernando:

Hiciste un prólogo tan bien elaborado que se hace fácil comprender el mensaje del poema, así la lectura se hace más placentera.

Entiendo tu admiración por el arte y, en especial por Monet. también es uno de mis favoritos, tengo un libro con hermosas estampas de sus obras.

Un abrazo.

Fernando dijo...

Celebro que te haya gustado mi poema y el detalle de su elaboración. Seguiré publicando alguno de los poemas que escribí sobre Claude. Un saludo afectuoso.