martes, 4 de diciembre de 2012

Sentados en un banco.



Sentados en un banco del paseo
dejamos que cayese la lluvia de otoño,
sintiendo sus gotas
deslizarse lentamente sobre nosotros,
arrastrando fluidos y aromas
en un ambiente de vahos y humedades.

Deseé que no volviera a salir el sol,
que sólo brillara la luz de tus ojos
y que tu aroma no se perdiera en la brisa,
convirtiéndose en gotas de perfume
que impregnasen mi piel.

Tú, la deseada,
la reflejada en el iris de mis ojos,
bella bajo la lluvia,
transmitiendo amor,
despertando ensoñaciones sobre un banco
que quizás otros,
quizás también nosotros.
habíamos imaginado.

Las hojas de los árboles descendían
a intervalos, brillantes, doradas,
y el suelo se escondía bajo el lento,
arrítmico vaivén de las hojas caídas.

Un sentimiento de ternura,
de cálido entendimiento,
se apoderó de nosotros
al contemplarnos en el silencio
del atardecer de nuestras vidas,
en el otoño de nuestro trayecto vital.

Vi de nuevo tu imagen
reflejada en el iris de mis ojos,
esta vez borrosa,
quizás por las gotas de la llovizna,
y te apreté firmemente en un abrazo.

domingo, 2 de diciembre de 2012

EXORDIO



EXORDIO


(Introducción peronal a mi nuevo libro "Densidades"




A veces el silencio deja pasar a la palabra

cuando la luz del día se extingue

y estoy solo en mi mesa,

leyendo, meditando, escribiendo.

¿Por qué me dieron los dioses la palabra,

qué sentido tiene utilizarla

si no es para comunicarme con los demás

y recibir de ellos la sustancia de la vida?

Abro los libros y viene la palabra,

siempre distinta, creativa,

y me envuelve su densidad,

me acaricia su cercanía,

cuando puede que su origen

venga de un tiempo muy lejano.

Escritores, científicos, poetas,

me otorgan su palabra y yo,

mientras llega la noche,

la acepto, la asumo, y mi espíritu

renace ante su presencia.

Amo la palabra.

Creo firmemente que estoy recibiendo

desde la profundidad de los tiempos

y la cercanía de las cosas

la tarea de comunicar a los demás

las ideas e intuiciones que recibo

a través del prodigio de la palabra poética.