lunes, 26 de septiembre de 2011

La noche y los niños.



Tumbas de niños en Lekeitio.
(Fotografía de Paloma Jiménez-Ontiveros)


La noche y los niños.

La oscuridad resbala
por las laderas de los montes,
derramándose lentamente
sobre la superficie de la tierra,
apagando sus calientes latidos,
destapando los ruidos de la noche
bajo la mirada cómplice de las estrellas
que van surgiendo, simultáneas y brillantes,
en los espacios infinitos,
y la tierra queda invadida por la oscuridad.

¿ Cómo
somos capaces de entregar
nuestros muertos a esta tierra antropófaga,
devoradora de encarnaduras,
deshacedora de huesos,
vestida de negro por la oscuridad de la noche,
noche negra que nos produce angustia y miedo?.

Los niños son enterrados en cajitas blancas,
devueltos al seno de la tierra
y allí quedan solos, sin besos ni caricias,
penetrados por el frío de la noche,
sin mimos, ni juegos, ni calor, ni vida.

Yo no quiero a esta noche negra y fría;
quiero a la noche de las caricias y los susurros,
de las meditaciones, de la lectura a media luz
y las confidencias en voz baja.


Quiero la noche para contar historias a los niños,
cerca de la lumbre de la chimenea,
mirar la luna a través de las ventanas,
contar sílabas rememorando sensaciones
y soñar con la llegada de un nuevo día
de luz y de esperanza.

martes, 13 de septiembre de 2011

Ausencia.




Queridos amigos y amigas, compañeros en nuestro viaje poético y literario: a partir de hoy y durante un tiempo indeterminado, voy a estar ausente de este blog. Si alguno de vosotros tiene interés en ponerse en contacto conmigo, podéis hacerlo a través de "trigolaris@hotmail.com"   Un saludo cariñoso a todos vosotros. Fernando Jiménez-Ontiveros Solís.

lunes, 5 de septiembre de 2011

El poeta macanudo.








Mi amigo Josué Menjívar, natural de Honduras, me ha regalado un magnífico soneto suyo escrito con modismos hondureños, que me ha parecido original y bien construido.







El poeta macanudo.

No he sido nunca  hombre petacudo,
ni chabacán, ni cuja, soy soltero,
me porto siempre como un caballero,
creo que soy un tío macanudo.

Detesto el macaneo, soy pistudo,
muy bragado y gañán, mas no matrero,
no me sujeta ningún bramadero,
y tengo un paila porque soy manudo.

No soy mandadito, papo ni maje,
ni  hecho porra estaré para el trabajo,
venir de Honduras da categoría.

ser badulaque no es mi mensaje,
perjudica a mi patria,  y no rebajo
el hondo sabor de mi poesía.






Modismos hondureños:


Petacudo: Panzón o barrigón.
Chabacán: Bromista.
Cuja: Gordo.
Macanudo: Excelente, estupendo.
Macaneo: Riña.
Pistudo: Adinerado.
Bragado: Enérgico, arrojado.
Gañán: Fuerte, pendenciero.
Matrero: Traidor, solapado, astuto.
Bramadero: Poste para atar al ganado bravo.
Paila: Automóvil tipo pick-up.
Manudo: Que acaba de aprender a conducir.
Mandadito: Dócil.
Papo: Tonto.
Maje: Bobo.
Hecho porra: cansado, desalentado.
Badulaque: Medianía.