viernes, 8 de julio de 2011

Vida nueva.





Vida nueva.




Toda mi mente, fértil y sembrada,
extraídos los cantos y las piedras,
está esperando ya la nueva vida,
mensajera de las nuevas ideas,
para aliviar la sequedad habida
en sus viejas raíces, instaladas
casi como una permanente y dura
herencia de los años de sequía.
Romper la densidad establecida
es ahora un desafío nuevo,
un torrente de conceptos actuales,
una aventura tan exuberante
que merece la pena ser vivida
iterando lo antiguo y lo moderno
a los ya conformados elementos
que fueron en mi pasada existencia
meros factores de supervivencia.
¿Será verdad que soy un hombre antiguo,
que estoy al margen de la novedad,
que va a costarme un despiadado esfuerzo
aceptar estas tendencias que vienen
como un soplo de aire fresco y limpio
para renovar mi antigua estructura
sin dañar mi capacidad creadora?
Sigo pensando que el hombre trabaja
para alcanzar la perfección humana
y todo lo que nos lleve a ese fin
es correcto y bueno si es ejecutado
de acuerdo con las normas del amor,
de ese amor superior que nos impele
a luchar por cumplir el objetivo
de la humanización total soñada.
Los ángeles nos observan, a veces
quieren compartir nuestro compromiso,
y se acercan con el fin de ayudarnos
con el soplo angelical de la fe.
Trabajar por la perfección del mundo,
pensar que es verosímil o probable,
estar cerca del concepto divino
creyendo en el destino de los hombres,
tratar de unificar el universo
juntos con el supremamente uno,
será un trabajo conjunto y recíproco.
¿Y los dioses, conocen nuestra esencia,
han formado parte de nuestra vida,
o son cínicamente observadores,
de nuestra eterna lucha sin cuartel?
La vida es bella y comprometedora
si tenemos en cuenta la verdad,
y ese es el camino de la victoria
en una batalla densa y antigua
inserta en la neblina de los tiempos.
¿Pero cómo soy yo, soy un conjunto
de rosas y espinas o sólo brotes
de pétalos que serán olorosos
con el sol y la lluvia de mis versos?
La belleza de la muerte, su imagen
serena y acogedora, influye
en el olvido de mis sentimientos
amorosos y tiernos, y resuelve,
a favor y en contra, dependiendo
de ese carisma, que a veces desciende,
la realidad de nuestro compromiso.
¿Es tu luz mi luz, es mi amor tu amor,
podemos terminar nuestro proyecto,
juntos, bajo el amparo de los dioses,
o nada existe y es todo ficticio?
El vago enjambre de vanos fantasmas,
como dijo Espronceda, ¿tanto puede
desconcertar el alma del poeta,
que ya no sea capaz de entenderte,
y reflejar verso a verso tu cara,
tus manos, tu sonrisa, tu figura,
e integrarnos los dos en un poema
que el tiempo nunca pueda destruir?
El tiempo es eterno cuando te miro,
e intento profundizar en tu mente
mirando fijamente tus pupilas,
tratando de leer tus pensamientos,
para saber si tu amor se refugia
por conservar su prístina pureza.
Mirar tus ojos, sentir tu mirada,
oír tu voz, son mágicos momentos
a los que debo mi felicidad
y en ellos recupero mi descanso.
Yo creo en la esperanza, mas tengo dudas,
irrazonables quizás, pero sólidas,
y ella es la única que me sostiene,
densamente, como una salvadora
barca en esta tormenta perfecta,
equilibrando atajos y distancias.
La razón elabora las borrascas,
hincha las velas de la incertidumbre,
y no resuelve lo desconocido,
la esperanza será por el contrario
el faro esplendoroso y refulgente
que nos puede llevar a tierra firme.
Una vez establecida la calma
ligada la razón a la esperanza,
mi luz será tu luz, tu amor el mío.
La luna va trepando en la montaña
para alcanzar la cima deseada,
supera las barrancas e ilumina
los espacios oscuros del abismo;
si la claridad llega a lo profundo,
se esclarecerán sombras y misterios
prevalecerá la verdad oculta
y los dos volveremos a ser luz.





18 comentarios:

JUAN PAN GARCÍA dijo...

No se me ocurre nada, no encuentro palabras para expresar el remolino de sentires que provoca la belleza de tus letras en mi interior.Sólo puedo felicitarte una vez más y decirtea,migo, cuánto te admiro. Un abrazo

Antorelo dijo...

Después de lo que has escrito, ¿qué podemos decir? Un placer navegar por tus versos.
Saludos

Fernando dijo...

Juan, amigo: este poema corresponde a un nuevo poemario que se llamará "Densidades". Son poesías que intentan ser modernamente profundas. Utilizo en esta ocasión endecasílabos asonantes y en otras, alejandrinos asonantes, poesía libre e incluso algún soneto. Un abrazo.

Fernando dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando dijo...

Antorelo, amigo profesor, muchas gracias por tu comentario.Celebro que te guste este modo de escribir. Un abrazo.

Anónimo dijo...

¡Ay!, Fernando, no sabes cómo te entiendo. También yo dudo, y me pregunto el porqué de tanta incertidumbre, y navego en la incesante búsqueda de la verdad, y pienso si estaré ya fuera de mi tiempo, si no será que ya estoy más cerca de otra vida que de la que me vio nacer. Pero luego me conformo y me doy cuenta que dudar es de sabios y que tal vez, solo tal vez, mi tribulación sea como un proceso de iniciación. Miro a mi alrededor y, por momentos, tengo la sensación de que todo transcurre de acuerdo a un protocolo impuesto por otros —los adinerados y poderosos—, otros que expenden sus recetas hechas impunemente. Y, ¡es tan cómodo cocinar siguiendo una receta…! ¿Estará el ser humano perdiendo la capacidad de pensar por sí mismo y crear?
Hay “mucha tela que cortar” en tus palabras de hoy.
Un abrazo y hasta la próxima.

Fernando dijo...

Mercedes, querida amiga: al fin y al cabo, somos compañeros de viaje. Es un viaje muy bello, pero al mismo tiempo muy difícil de entender. Por eso nos debatimos entre lo cercano y lo que no está a nuestro alcance. Yo creo en la esperanza y alguna vez puede que me alcance un rayo de su luz. Pero todo es tan lejano e incomprensible... Un tierno abrazo, compañera de viaje.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Ese faro esplendoroso y refulgente, Fernando, es el que ha guiado mi deseo de que volvieras, que lo hicieras pronto, y así ha sido. Y regresas no de cualquier manera, sino ofreciéndonos una nueva faceta de tu poesía que no hace más que enriquecer tu trayectoria de poeta. Un largo poema, ancho de contenido y sometido a unas reglas nada fáciles de cumplir. Aunque me ha gustado mucho tu poema, lo que más feliz me ha hecho ha sido verte aquí. Un abrazo, amigo.

Fernando dijo...

HOLA, TERLY; AMIGO, YA DE VUELTA A TU HOGAR, HABRÁS VUELTO A SABOREAR LA FAMILIA, ESE MARAVILLOSO CONJUNTO DE ENTREGA Y amor. Eso es lo que nos salva del desistimiento y nos hace luchar, lo que nos trae la esperanza y nos permite creer en la felicidad. Por eso es tan perseguida la familia por los que no tienen esperanza.Gracias por tu interés en este viejo poeta. Un fuerte abrazo.

Verónica Calvo dijo...

"Romper la densidad establecida
es ahora un desafío nuevo,
un torrente de conceptos actuales,
una aventura tan exuberante
que merece la pena ser vivida"

Querido Fernando, este poema parece simple, pero es muy elaborado, por eso es aún más grandes, porque fluye en asonancias y rimas. Lo he leído varias veces, una clase magistral :) y un poema grande, reflexivo y sincero.
Te diría muchas cosas, pero abusaría y sería un rollo de pelma.

Abrazos!!!

(Me gusta que Espronceda aparezca en tu poema)

Marcos Callau dijo...

Inmenso poema que es más una declaración de principios, una clara intención para la difícil tarea de reinventarse. Espléndido. Todo es entrar en tu blog y seguir aprendiendo. Este nuevo poemario llamado "Densidades" promete una gran profundidad. Para leerlo muy detenidamente. Un abrazo.

Juanjo Almeda dijo...

Un gran poema para aprender de él, poeta amigo. Enhorabuena.
Un abrazo

Fernando dijo...

Querida Ananda Nilayán: Gracias por leer mi poema y por tu cariñoso comentario. Muy cerca de ti, en El Rompido, tengo a seis de mis nietos
pasando unos días maravillosos. ¡Qué tierra la tuya! No me extraña que en ella viva gente tan espléndida como tú. Un abrazo muy fuerte.

Fernando dijo...

Marcos, amigo: No creas que este tipo de poemas convencen demasiado a mis lectores. A veces pienso que me abro demasiado y produzco desamparo y tristeza. Gracias por tu comentario. Un abrazo.

Fernando dijo...

Juanjo: lo que más me gusta de tu poesía es tu espontaneidad. Escribir poemas como estos que yo escribo déjalos para cuando tengas mi edad y disfruta ahora de esa espontánea y maravillosa juventud. Suele ocurrir que cuando somos jóvenes no nos damos cuenta de lo maravilloso que es serlo. Así que, confiésate con tus versos libres y jóvenes. Un fuerte abrazo.

Amando Carabias dijo...

¿Importa en algo la apariencia o el vestido que se usa para buscar la verdad, o lo que importa es la verdad misma? A mi modo de ver, y lo repito y lo repito, es la sinceridad el primer argumento que debe investir un poema. Sinceridad no quiere decir autobiografía, aclaro. Y después lo demás que venga será el traje que uno usa, que como bien asevera nuestro refranero, no hace al monje.
Así pues, gran poema el que tienes a bien compartir con nostros. Sincero hasta la desnudez del alma, espejo de tu corazón que late ante nuestros ojos que, al menos en mi caso, te admiran con profundo respeto.

Fernando dijo...

Amando, amigo, poeta y escritor: gracias por tu generosidad al hablar de mi poema. Comparto contigo la necesidad de ser sinceros, y huir a ser posible de las metáforas, si no son exactas y poéticas. Un abrazo muy fuerte.

Verónica Calvo dijo...

Querido Fernando,
El Rompido, qué belleza!!!
Esta tierra me tiene acogida desde hace casi siete años, yo soy de Madrid, pero me he vuelto un poco pino y marisma, estoy muy a gusto aquí :)

Abrazos